Ya tenemos en tienda el Microcube GX. Aunque a simple vista parezca un ligero lavado de cara del superventas de Roland, este pequeño amplificador presenta novedades muy interesantes.
El Microcube GX se distingue de su antecesor por el enorme logo CUBE que tiene en la rejilla. El tamaño es idéntico aunque se ha modificado el panel de control, la tapa de las baterías y los potenciómetros, que ahora tienen una decoración niquelada que le sienta muy bien. A nivel de efectos, se incorporan el Heavy Octave, Spring, una nueva simulación de amplificación muy cañera llamada Extreme, y un afinador con luces bastante mejor que el pitido de "La" del anterior Microcube.
Pero la novedad principal de toda la gama GX y que por supuesto tiene este ampli es el puerto mini-jack i-Cube Link, que permite utilizar las aplicaciones de efectos descargadas en un iPhone/iPod/iPad en tiempo real en nuestro Cube. Aunque Roland sólo tenga disponible una aplicación actualmente, Cube Jam, están trabajando en nuevos programas de efectos y simulaciones, con lo que las posibilidades de este ampli son prácticamente infinitas. Muchos de vosotros os preguntareis “¿por qué en terminales iOS y no Android?” Según los técnicos de Roland, sólo se puede integrar un puerto de datos en un minijack en productos de Apple.
A la hora de probar el nuevo Microcube se nota a primera vista que ha aumentado la potencia (el modelo anterior tenía unos 2,5 vatios reales frente a los casi 5 del modelo actual). Suena más fuerte, pero igual de limpio. Los controles siguen siendo muy fáciles e intuitivos, lejos de controles digitales que tanto dificultan el manejo de los efectos sobre todo al principio. A nivel de fiabilidad es muy pronto para tener datos de este “GX”, pero si se mantiene la calidad de componentes de la que siempre ha sacado pecho Roland, se puede considerar la gama de amplificadores más fiable del mercado.
Aún tenemos en tienda unidades del modelo anterior. La pregunta es: ¿por qué comprar el antiguo teniendo en cuenta las novedades que tiene el GX? Pues es fácil: el precio. La llegada de la nueva gama ha obligado a Roland a bajar el precio de toda la serie XL y del Microcube “clásico”, costando sólo 89 euros frente a los 125 euros del GX. A nosotros siempre nos ha gustado mucho este amplificador y hay que valorar el tema del i-Cube Link, restringido únicamente a productos Apple de manera que si no tenemos un dispositivo de la manzana en casa quizás merezca la pena aprovechar la oferta del modelo antiguo. Las dos versiones se fabrican en negro, blanco y rojo y a día de hoy hay unidades disponibles en todos los acabados.
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